Desde que dejé el país que me vió nacer mi corazón se dividió en dos, sobre todo cuando mi dulce mitad no me acompaña en un viaje como este que no se ni que nombre darle. No es un viaje de turismo, ni laboral, tecnicamente no es un viaje de regreso, siendo este el primer segmento del boleto: Roma-Caracas.
Un viaje como este la emoción es distinta, una noche mal dormida, siempre algo a última hora que hay que resolver, una angustia inexplicable, y digo inexplicable porque esta angustia se me presenta sólo cuando regreso a Venezuela, y no es miedo a los aviones.
Pero aquí estoy, de camino al check in, encomiendo a Dios y a todos los santos mis maletas y parecerá irracional, pero en los últimos vuelos Roma/Caracas/Roma con escala o se pierden mis maletas o magicamente se desaparece algo. Esta vez es un vuelo sin escalas así que aumentan las esperanzas.
Las horas de vuelo no pasan, y bueno alitalia no es una compañía que se distinga por el entretenimiento a bordo, no logro ver la minúscula pantalla a tres metros de mi asiento, así que nada pienso de nuevo en las maletas y en la cola del aeropuerto, y en el tráfico para llegar hasta mi casa. Pienso que este viaje no es un ida y vuelta, no voy ni vengo... Roma-Caracas-Roma es un regreso-regreso.
Un viaje como este la emoción es distinta, una noche mal dormida, siempre algo a última hora que hay que resolver, una angustia inexplicable, y digo inexplicable porque esta angustia se me presenta sólo cuando regreso a Venezuela, y no es miedo a los aviones.
Pero aquí estoy, de camino al check in, encomiendo a Dios y a todos los santos mis maletas y parecerá irracional, pero en los últimos vuelos Roma/Caracas/Roma con escala o se pierden mis maletas o magicamente se desaparece algo. Esta vez es un vuelo sin escalas así que aumentan las esperanzas.
Las horas de vuelo no pasan, y bueno alitalia no es una compañía que se distinga por el entretenimiento a bordo, no logro ver la minúscula pantalla a tres metros de mi asiento, así que nada pienso de nuevo en las maletas y en la cola del aeropuerto, y en el tráfico para llegar hasta mi casa. Pienso que este viaje no es un ida y vuelta, no voy ni vengo... Roma-Caracas-Roma es un regreso-regreso.
1 comentario:
Hola!,
Curucuteando por la web acerca de emigrantes venezolanos en Italia; me tropecè literalmente con esta bitàcora; TU bitàcora :-D
Tienes mucha razòn; hay trayectos en los que no entendemos a ciencia cierta; que es lo que sentimos con el retorno: Nostalgia, tristeza?
Pareciera que estamos en "Loop"; migrando de tiempos pasados, que queremos pero que aceptamos plantados en el tiempo; en el pasado al que pertenecen.
Nunca he ido a Italia. Y fìjate que curioso; todas mis noches, mis pensamientos, y mis planes giran en torno a la emigraciòn; a tierras de Dante.
Lo lograrè? Es parte de lo que busco en la web: Experiencias de compatriotas - como tù- que se han ido; y que tienen muchas cosas que contar; que compartir.
Besos desde Caracas,
Beny.
Publicar un comentario