Bogotá segunda parte: Usaquén - Monserrate

Octubre y noviembre probablemente no son los mejores meses para organizar un viaje a Bogotá pero digamos que se puede tener suerte y disfrutar de días soleados, así que apenas vimos que sería un día afortunado decidimos preparar nuestro paseo a Usaquén, que es una de las zonas principales de Bogotá, los domingos es imperdible el mercado de las pulgas de Usaquén, las calles principales se cierran al tráfico y se llenan de pequeños stand, personas super amables y educadas ofrecen su bonita y variada artesanía, ideal para comprar recuerditos y regalos.  Recorre las vías principales hasta subir al parque donde continúan los pequeños puestos de artesanías, o de comida típica. Ve con paso calmado, sin apuros, disfruta del ambiente, de la música, detente a tomarte un tinto o comerte una oblea, y aprovecha si tienes regalitos pendientes que hacer y los compras allí, los precios son accesibles y hay una gran variedad de cosas que realmente valen la pena. Esta zona también es ideal durante la noche tiene una gran variedad de opciones gastronómica, bares, café.
 Una vez que pudimos constatar que definitivamente era un día afortunado nos fuimos al Cerro de Monserrate, símbolo de la ciudad y donde los colombianos que buscan un refugio natural en medio del caos del tráfico y de los millones de habitantes que a diario recorren la ciudad. Para subir hay dos opciones: sendero a pies, descartado por Anita, (no pueden subir caminando menores de 6 años); y en funicular. Habría una tercera opción que es el teleférico pero está en reparación. Para quienes lo deseen hay misas en el Santuario de Monserrate, deben sólo informarse de los horarios aquí.  Hay también dos restaurantes, almorzamos en Casa Santa Clara que tiene una hermosa vista a la ciudad, un poco concurrido pero es siempre agradable la vista que ofrece.
El Cerro de Monserrate está a 3.152 metros de altura, así que no es raro notar algún turista con mal de altura. Una vez arriba el paisaje es inigualable, es el mejor lugar para tener la mejor vista de la ciudad, siempre y cuando esté despejado. 
Es de particular interés los mitos que se tejen alrededor de este lugar, muchos dicen que es un volcán dormido que un día despertará y acabará con la ciudad, otras leyendas dicen también que los novios que visiten Monserrate nunca se casarán, abundan los testimonios de milagros de sanación atribuidos al Señor caído de Monserrate. En fin más allá de las leyendas y relatos es un lugar de visita obligada. Si estuviste en Bogotá y no subiste al Cerro de Monserrate perdiste el viaje!

Bogotá: primera parte

Hace algún tiempo cuando era más joven soñaba con tierras lejanas, otros continentes, ahora emigrante sueño con tierras que me recuerden mis raíces, mi amada Venezuela. Siempre estuve tan cerca de Colombia y sólo ahora tuve la oportunidad de descubrir Bogotá
Entre caos y lloviznas constantes la ciudad nos da la bienvenida, cerros orientales y un tejido de vías principales y calles tejen el hermoso paisaje urbano que es la ciudad de Bogotá. Así como es extensa la ciudad son extensas las opciones de recreación y esparcimiento.  Bogotá me recuerda mi amada Caracas, aunque mucho más grande claro, bueno la verdad es que yo siempre encuentro alguna semejanza con mi tierra, y pues con los hermanos colombianos no es difícil conseguir semejanzas y afinidades.
Estuvimos 5 días en la ciudad, realmente no fueron suficiente para visitar y conocer todos los lugares que quería, digamos que fue un abreboca para quedarnos con muchas ganas de volver. 
En Bogotá no es fácil moverse por el tráfico caótico, los taxis son una buena opción y el Transmilenio también puede considerarse una opción práctica y rápida para moverse, la verdad no considero una opción alquilar un auto para moverse en la Ciudad.
El primer día se nos fue con la entrada en el hotel y un pequeño paseo por Usaquén. Ya el segundo día nos fuimos al centro de la ciudad, zona la Candelaria, visitamos la Plaza Bolívar con El Capitolio o Congreso de la República, de estilo griego; la Catedral Primada y la Capilla del Sagrario, majestuosas construcciones de estilo neoclásico; el Edificio Liévano de estilo francés, sede de la Alcaldía; y el Palacio de Justicia, que es la edificación más reciente debido a diferentes hechos políticos que han destruido este edificio y marcado la historia del país. Al centro una estatua de Simón Bolívar. El encanto de esta plaza es este majestuoso marco arquitectónico. 
Visitamos también el Museo Histórico de la Policía Nacional atraídos por un policía que nos aseguró ver parte de las armas y objetos decomisados al narcotraficante más famoso del mundo, sólo que el sótano y el piso 4 del museo está deshabilitado por remodelación y es allí donde se encuentra parte de esa historia. 
De todas las opciones decidimos ir al Museo Botero, hermosa y atractiva colección de Botero y de otros artistas internacionales, obras donadas por el mismo, una colección invaluable. Un verdadero deleite artístico, este museo debe considerarse parada obligada en Bogotá. Abre todos los días excepto los martes. Entrada gratuita. 
Viajando con una niña hay que considerar alguna actividad para los más pequeños, y las posibilidades para niños también es extensa, entre todas, nos decidimos por el Planetario y la verdad fue una excelente opción. Los niños observan y participan en algunos experimentos, luego pasan a la sala principal donde hay varias actividades y explicaciones de algunos fenómenos del universo, luego en otra sala hacen la proyección de estrellas, muestran como reconocer las diferentes constelaciones. Es un espectáculo que realmente disfrutan los pequeños y también los adultos. Al salir un extraordinario Galileo Galilei llama la atención de los niños, con la magia del juego y la creatividad nos acerca al mágico mundo de la astronomía.