Nuestra simpatía atraviesa las fronteras, el venezolano conquista corazones internacionales con la mamadera de gallo, con la echadera de broma, con nuestro cáracter siempre alegre, simplemente con nuestra manera sencilla de ser...
Hace pocos días estaba en el metro de Roma y ví algo curioso, una señora que estaba entrando al metro se le cerró la puerta dejándola presionada entre los hombros y la cabeza. Resulta que este metro no es nada moderno y al parecer no es como el metro de caracas que se abre automaticamente cuando ocurre algo similar. El asunto es que la señora pedía ayuda y todos estaban mirando como si nada, hasta que uno de los vigilantes de la estación se dío cuenta y abrió la puerta y la encopetada pudo entrar.
Este hecho me puso muy nostálgica porque enseguida me llene de recuerdos de nuestro metro de caracas del que tanto me he lamentado, estoy segura que eso no hubiera sucedido allí, alguien la hubiera ayudado, porque no abundan los caballeros que ceden el puesto, pero sobra la gente que te de una mano.
Y particularmente me doy cuenta de esto cuando estoy fuera de mi país, claro son culturas diferentes, los europeos en general son más formales, organizados y predecibles, nosotros somos en media el opuesto. Hay venezolanos que nos llenan de orgullo, la lista es enorme, entre ellos Gustavo Dudamel, Simón Díaz con su canción caballo viejo le ha dado la vuelta al mundo, Oscar de Leon ha puesto a bailar hasta a los japoneses, Carlos Coste nos deja bien parado en apnea, nuestro Andrés Galarraga. En fin somos únicos, somos venezolanos.
1 comentario:
Bueno, no todos los Europeos somos cuadriculados y de esa manera. Es verdad que la mayoría de los países son así pero España yo creo que es diferente. Como rezaba una campaña turística un poco antigua "Spain is different". Italia es bastante parecida a Italia, lo que me extraña de tu relato. La explicación es fácil: grandes ciudades. Tanto en España como cualquier ciudad Europea, las urben tienden a ser más impersonales y frias. En cambio eso pasa en mi ciudad y alguien le intentaría ayudar seguro. He estado viviendo en Londres, y yo creo que aunque te caigas a las vías, nadie te intentará ayudar...
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